La startup de la Universidad de Alicante, Bioithas y Aceitunas LA ESPAÑOLA de Alcoy, a través del family office de los hermanos Alberola, invierten juntas en el desarrollo de una patente basada en dos bacterias procedentes del bagazo de la cerveza y de la fermentación de las aceitunas.
Con esta unión, que aglutina 15 años de Investigación, y habiendo identificado los beneficios de estas bacterias en estudios previos, Bioithas y La Española suman sus capacidades para desarrollar y patentar un producto probiótico que se aplicará principalmente a combatir la obesidad.
“Los equipos están muy ilusionados con los resultados previos obtenidos. Al mismo tiempo varias empresas ya han mostrado su interés en la patente”, indican desde ambas compañías que han suscrito este acuerdo.“Queremos bioproducir este desarrollo a escala industrial y ponerlo a disposición de laboratorios de referencia en diferentes países, para que ellos sean el vehículo hacia el consumidor, de forma que aceleremos la comercialización de la patente a nivel mundial”, añaden.
La alianza de estas dos firmas nace con el horizonte comercial de que el Síndrome Metabólico, asociado a la Obesidad, se considera la “pandemia” del siglo XXI, los hábitos de alimentación y sedentarismo actuales hacen que el porcentaje de obesos en el mundo se esté disparando en los últimos años.
En el año 2030, el porcentaje de obesos en Estados Unidos alcanzará casi el 50% de la población, y en España rebasará el 20%.Estos datos convierten a los probióticos en una excelente oportunidad para la industria alimentaria y farmacéutica. En Estados Unidos y Asia, la comercialización de alimentos y productos probióticos crece rápidamente.
Ambas empresas llegan a esta unión con sus respectivas investigaciones en un estado muy avanzado. En el caso de La Española, las prospecciones se han hecho a partir de los resultado obtenidos de las fermentaciones de la aceituna y la salmuera, en el caso de Bioithas, en los residuos obtenidos de la cerveza.
Ahora, el proyecto, el de unir las investigaciones de las dos cepas obtenidas, se trasladará a los hospitales de la Comunitat Valenciana y se probará en 140 pacientes con obesidad. El reto es que los resultados estén disponibles a finales de 2025 y puedan consolidarse en una patente, y se comercialicen a través de grandes laboratorios farmacéuticos. Por el momento, la investigación de ambas firmas para esta última fase, parte con una inversión de 500.000 euros.