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ITENE INFORMA Más allá del diseño: soluciones funcionales en tintas y recubrimientos para envases inteligentes

27 de junio de 2025

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En la evolución del envase alimentario hacia modelos más sostenibles, seguros y funcionales, hay un cambio que está ocurriendo más allá de lo visible. En la superficie de cada envase se esconden tecnologías avanzadas que marcan la diferencia entre un simple recipiente y una herramienta activa para la conservación y protección del alimento. Es por ello por lo que las tintas funcionales y los recubrimientos avanzados han adquirido un papel protagonista en esta transformación, donde la innovación y el cumplimiento normativo van de la mano. Un diseño inadecuado o el uso de materiales poco apropiados puede comprometer la salud del consumidor, acortar la vida útil del alimento y/o incrementar los residuos. Por ello, garantizar la fabricación y comercialización de envases seguros, eficaces y sostenibles se ha convertido en una prioridad para la industria y en un eje central de la normativa europea actual.

El Reglamento (UE) 2025/40 ha acelerado esta transición al establecer exigencias mucho más estrictas en materia de seguridad alimentaria, economía circular y sostenibilidad de los materiales en contacto con alimentos. Las empresas del sector alimentario, por tanto, se ven obligadas a incorporar en los próximos 18 meses tecnologías que no solo respondan a los nuevos requerimientos legales, sino que además aporten un valor añadido claro a lo largo de toda la cadena de suministro. En este escenario, el uso de tintas funcionales y recubrimientos avanzados cobra una relevancia especial.

Tipos de tintas funcionales y recubrimientos avanzados

Las tintas, que hasta hace poco se empleaban en los envases únicamente con fines decorativos o informativos como mostrar logotipos o datos nutricionales, han evolucionado hacia formulaciones complejas que permiten cumplir funciones adicionales dentro del envase. Existen distintos tipos de formulaciones que ofrecen propiedades barrera, capaces de limitar la migración de sustancias no deseadas entre las capas del envase o desde el exterior hacia el alimento. También existen recubrimientos con propiedades antimicrobianas que inhiben el crecimiento de bacterias o mohos en la superficie del envase, ayudando así a mantener la seguridad alimentaria sin necesidad de añadir conservantes al producto.

En el ámbito de trabajo de ITENE, destacan especialmente las tintas biobasadas, biodegradables y compostables, desarrolladas para aplicaciones sobre materiales sostenibles. Estas formulaciones están pensadas para no interferir en el proceso de compostaje o reciclado. Por su parte, los recubrimientos avanzados actúan como barreras técnicas que mejoran las propiedades del envase sin necesidad de recurrir a estructuras multicapa difíciles de reciclar. Algunos recubrimientos actúan como verdaderas pieles protectoras del envase, creando barreras eficaces con funciones específicas como barrera al oxígeno, al vapor de agua, a grasas o al aceite, así como soluciones que mejoran la resistencia mecánica, térmica o química del sustrato. También se están desarrollando recubrimientos compatibles con materiales reciclados y compostables, lo que amplía su aplicabilidad en distintas soluciones de envasado.

Cabe destacar que las soluciones desarrolladas por ITENE pueden aplicarse sobre una amplia variedad de sustratos —como papel, cartón o film plástico—, lo que permite adaptar estas tecnologías a distintos formatos de envasado y líneas de producción. En el caso del proyecto PLASTICOAT, por ejemplo, se han desarrollado recubrimientos funcionales para facilitar la reutilización y reciclabilidad de envases plásticos destinados al contacto con alimentos, optimizando su comportamiento técnico y ambiental. Así, se han validado soluciones que mejoran los recubrimientos barrera a gases y reducen la permeabilidad al oxígeno respecto del PET.

Además, el nuevo marco regulatorio prohíbe el uso de sustancias químicas persistentes como los compuestos perfluorados y polifluorados (PFAS), lo que ha impulsado el desarrollo de recubrimientos alternativos que ofrecen las mismas prestaciones técnicas sin comprometer la seguridad ni el medio ambiente. Estas nuevas formulaciones cumplen una doble función: protegen al consumidor y reducen la huella ambiental del envase, alineándose con los objetivos europeos de sostenibilidad.

Avances en la investigación y desarrollo de nuevas tintas y recubrimientos

El desarrollo de nuevas soluciones en este campo está en constante evolución, y no sería posible sin una intensa actividad de I+D orientada a resolver desafíos técnicos, regulatorios y de mercado. Estas investigaciones buscan no solo mejorar las prestaciones técnicas, sino también asegurar la compatibilidad con procesos industriales, materiales sostenibles y cadenas logísticas reales.

En este sentido, ITENE ha liderado múltiples proyectos como BIOSURFINK, centrado en tintas sostenibles aplicables a superficies de envases, o PACK4MICROSUSCEPT, donde se ha investigado el uso de tintas tintas conductivas para envases susceptores. Estas iniciativas han permitido desarrollar formulaciones adaptadas a diferentes tipos de sustrato, con propiedades técnicas estables y seguras, y que mantienen su funcionalidad incluso en condiciones de compostaje o reciclado. Asimismo, se trabaja en la optimización del comportamiento de estas tintas y recubrimientos en condiciones industriales, para asegurar su viabilidad a gran escala y su compatibilidad con tecnologías de impresión como flexografía, huecograbado o serigrafía.

Como hemos visto, la evolución del envase alimentario hacia modelos más innovadores está marcando un punto de inflexión en la forma en que se diseñan y producen los materiales de envasado. En este proceso, las tintas funcionales y los recubrimientos avanzados han pasado a convertirse en componentes técnicos clave y son hoy una necesidad estratégica y regulatoria para cualquier empresa que quiera mantener su competitividad, cumplir con la normativa y responder a una demanda social cada vez más comprometida con la salud y el medioambiente. Gracias al trabajo de centros tecnológicos como ITENE, estas tecnologías son ya una realidad aplicable y escalable, capaces de transformar el envase desde su superficie para hacerlo más inteligente, más seguro y más sostenible.