El sector del packaging está viviendo una auténtica transformación. La sostenibilidad y la innovación son ahora más que nunca los ejes que marcan su evolución, impulsados por nuevas regulaciones y la creciente demanda de soluciones más ecológicas. Si los últimos dos años han estado marcados por la implementación de normativas en España, como la Ley de Residuos y Suelos Contaminados y el Real Decreto de Envases y Residuos de Envases, este 2025 trae consigo cambios significativos a nivel europeo con la introducción del Reglamento Europeo de Envases y Residuos de Envases. Este reglamento introduce requisitos más exigentes en comparación con la legislación anterior, acelerando la transición hacia un modelo más sostenible.
Es importante destacar que aunque el Reglamento Europeo de Envases está en vigor desde el 12 de febrero de 2024, sus requisitos se implementarán progresivamente, dejando un margen de 18 meses para adaptarse y algunos meses o años más para objetivos concretos. Al tratarse de un reglamento, su aplicación es inmediata en todos los estados miembros de la Unión Europea (UE). A diferencia de una directiva, que establece objetivos comunes y deja margen a cada país para legislar, el reglamento exige una aplicación directa y uniforme en todo el territorio europeo. La buena noticia es que gracias a la armonización normativa proporcionada por el Reglamento Europeo de Envases, los Estados Miembros no podrán imponer restricciones a la comercialización de envases que cumplan con los requisitos de sostenibilidad en él indicados, asegurando así la libre circulación de productos en el mercado único. En este proceso, la armonización normativa no solo supone un reto, sino una oportunidad para reforzar la sostenibilidad y la transparencia.
En cuanto a las tendencias de 2025, en ITENE identificamos los retos del sector a través de las demandas de las empresas con las que colaboramos. En este artículo nos centraremos en cinco de ellas.
- El ecodiseño sigue siendo clave
Los envases del futuro deben diseñarse considerando todo su ciclo de vida, desde su concepción hasta su disposición final. Esto implica reducir el sobreembalaje, simplificar las estructuras y priorizar materiales reciclables y biobasados.
- Desarrollo de envases monomaterial
El desafío está en diseñar envases que mantengan las propiedades de barrera y protección del producto, pero que al mismo tiempo sean fácilmente reciclables gracias a su estructura simplificada. Estos envases deben cumplir con requisitos esenciales como la procesabilidad en máquina, la conservación del producto y su presentación al consumidor, todo ello sin comprometer la vida útil. Al estar compuestos por un único material, pueden ser clasificados y reciclados de manera más eficiente, evitando su destino en vertederos.
- Incorporación de material reciclado en envases aptos para contacto alimentario
La integración de material reciclado en envases alimentarios es un objetivo clave para 2030. Sin embargo, el reto actual es garantizar la calidad de estos materiales, evitando la contaminación y asegurando el cumplimiento de los estándares de seguridad alimentaria. En particular, uno de los mayores desafíos es la descontaminación de poliolefinas posconsumo, como el polietileno (PE) y el polipropileno (PP), ampliamente utilizados en envases. El desarrollo de tecnologías que eliminen contaminantes como residuos de alimentos, tintas o adhesivos es fundamental para su reincorporación en el ciclo de producción. A diferencia de otros plásticos, las poliolefinas presentan una estructura más compleja que dificulta su descontaminación, lo que añade una mayor complejidad a su reciclaje para aplicaciones de alto valor.
- Envases de papel y cartón con funcionalidades equivalentes a los de plástico
El uso de papel y cartón continúa ganando terreno como alternativa sostenible en diversas industrias, incluida la alimentaria. Esto es posible gracias a nuevos desarrollos en recubrimientos, etiquetas y tintas que pueden eliminarse fácilmente para facilitar su reciclaje.
- Plásticos flexibles multicapa biodegradables y compostables
Los envases multicapa representan un desafío en términos de reciclabilidad, ya que la separación de sus distintas capas para su procesamiento es compleja. Una solución prometedora es el desarrollo de plásticos flexibles multicapa cuyas capas sean biodegradables y compostables. Estas innovaciones permiten mantener la funcionalidad de los envases multicapa mientras se reducen sus impactos ambientales. En ITENE, contamos con laboratorios especializados para certificar la biodegradabilidad y compostabilidad de estos materiales.
- Biotecnología para la valorización de residuos orgánicos y su conversión en nuevos materiales
La valorización de residuos es una de las grandes apuestas de la industria. La biotecnología ha emergido como una herramienta clave para transformar residuos y subproductos en productos de alto valor, desde residuos orgánicos hasta envases usados. Mediante el uso de enzimas y microorganismos, es posible obtener productos intermedios y materiales reutilizables en múltiples sectores industriales.
Un año clave para la sostenibilidad en packaging
En conclusión, 2025 se perfila como un año crucial para el sector del packaging. Con regulaciones más estrictas y una creciente demanda de soluciones sostenibles, las empresas deben adaptarse rápidamente. Centros tecnológicos como ITENE lideran esta transformación, ofreciendo soluciones innovadoras y sostenibles que no solo cumplen con las normativas, sino que también fomentan la competitividad y la innovación en la industria. Estamos ante un momento desafiante, pero con la colaboración y el compromiso adecuados, el sector del packaging puede continuar liderando el camino hacia un futuro más sostenible e innovador.