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Las empresas de la industria alimentaria mejoran su competitividad colaborando con plantas de biometano

19 de febrero de 2024

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  • FEDACOVA y AVAESEN han celebrado un jornada en torno a las “Oportunidades de la industria alimentaria en la valorización de sus residuos”.
  • La digestión anaerobia para obtener biogás se destaca como una forma de obtener energía, descarbonizar la economía y ofrecer una valorización sostenible a los residuos de la industria alimentaria.
  • El biometano es una opción inmediata para descarbonizar la industria alimentaria y dar una salida sostenible a sus residuos, mediante su valorización.

Las asociaciones que representan a las empresas alimentarias y energéticas de Valencia, FEDACOVA y AVAESEN, junto con The Green Vector, plataforma promotora de plantas de biometano impulsada por Enagás Renovable y Genia Bioenergy, han organizado una jornada a la que han asistido empresarios de ambos sectores para debatir acerca de las oportunidades de la industria alimentaria en la valorización de sus residuos, e impulsar una colaboración mutua. Además, la jornada contó con el apoyo de la Administración valenciana a través de la presencia del Secretario Autonómico de Industria, Comercio y Consumo, Felipe Carrasco.

El agente de Innovación y adjunto a dirección de FEDACOVA, Juan José Rico, afirmó “la industria hace tiempo que trabaja en valorizar sus residuos para tratar de conseguir nuevos compuestos, fibras, azúcares y otros componentes”, por su parte Pedro Fresco, director de AVAESEN,  destacó la importancia de alcanzar un compromiso con la sociedad y el sector empresarial para comprometerse con la descarbonización y la independencia energética.

Felipe Carrasco, secretario autonómico de Industria, Comercio y Consumo explicó que para la Generalitat Valenciana la energía es un vector estratégico especialmente en el marco del Plan de Reindustrialización que preparan, así como por su interés para descarbonizar la economía y por el fomento de los gases renovables.  Al mismo tiempo, destacó el liderazgo de la industria alimentaria valenciana tanto en PIB industrial como en empleo, y remarcó también su necesidad intensiva de energía. Cruzando ambos intereses, anunció que la Conselleria ya trabaja para retomar la estrategia del biogás, que une las ventajas de incrementar la independencia energética, descarbonizar la economía y ofrecer competitividad y dar una solución a los residuos de la industria alimentaria, para que los proyectos sean cuanto antes una realidad.

José Vicente Castell, responsable de RSC en Vicky Foods ejemplificó en su propia compañía cómo la valorización de los residuos, a la que dedican su atención desde hace tiempo, ha conseguido que las más de 4.000 toneladas de residuos que produce al año -como cartón, plástico, maderas y aceites usados – darles una segunda vida en el 99% de los casos. Castell expuso que la industria agroalimentaria debe entender el residuo como un recurso que, gestionado adecuadamente, puede aportar un balance positivo a los resultados de las empresas contribuyendo a la mejora de su competitividad.

En esa línea, avanzó la intención a medio plazo de Vicky Foods de valorizar los residuos orgánicos, que ahora se destinan a compostaje, mediante un modelo de producción de biogás por digestión anaerobia, pues incrementará el valor que se puede obtener de ellos y reducirá todavía más la huella de carbono de Vicky Foods, generando gases renovables y enmiendas orgánicas.

Antonio Illescas, gerente de desarrollo de negocio en Enagás Renovable, hizo hincapié en que, si bien España se sitúa entre los países europeos con mayor potencial de producción de biometano, el país únicamente cuenta con alrededor de una decena de plantas en operación frente a las más de 1.300 que funcionan en Europa.  Además, Illescas enfatizó que el desarrollo del biometano ofrece una solución inmediata para contribuir a la descarbonización de todos los sectores – industrial, transporte y doméstico – y es necesario  aprovechar sus ventajas en toda la cadena de valor.

Gabriel Butler, CEO de la ingeniería energética valenciana Genia Bioenergy, recordó que las modernas plantas de biometano que se están desarrollando, no son centros de almacenaje de residuos, sino una industria de última generación que los transforma en productos como enmiendas y fertilizantes orgánicos, agua regenerada, gases renovables y otros, con resultado de residuo cero, en circuitos estancos y por la acción natural de bacterias que degradan los subproductos y generan gas renovable.

Recordó que la industria alimentaria obtiene un doble beneficio de esta tecnología, ya que como productora de residuos consigue una alternativa sostenible de valorización  que  le aporta reducción de costes, total trazabilidad y cumplimiento de las normativas. Por otro lado, como consumidora intensiva de energía, se beneficia de la obtención de energía renovable y de proximidad que le ayuda a descarbonizar sus procesos. Como además genera fertilizantes y enmiendas orgánicas, contribuye a reforzar el vínculo de la industria alimentaria con el sector primario.

Para José Güaita, director de la consultoría ambiental Heura Gestió Ambiental, la mayoría de  las empresas agroalimentarias europeas ya cuentan con plantas de biogás o de biometano en sus procesos de gestión de los residuos, por lo que las empresas españolas deberían integrarlas cuanto antes en sus procesos, pues les facilita la logística de los subproductos reduciendo los costes y les permite conocer exactamente la trazabilidad de lo que fueron sus residuos y se han convertido en nuevos productos, algo que, afirma, la normativa de la UE va a exigir muy pronto, especialmente a las industrias que transforman, procesan  y elaboran alimentos.

Por último, se hizo una reflexión sobre los movimientos de contestación social que se han producido en algunas zonas localizadas. La empresas del sector energético pusieron de manifiesto su compromiso con la transparencia, emplazándose a dar respuesta a cualquier inquietud al respecto por parte de los municipios en los que buscan llevar a cabo los proyectos, con el fin de mostrarles que se aplican diseños que eliminan los olores y evitan cualquier molestia a la población. Por otra parte destacaron las ventajas que aportan estos proyectos en las zonas donde se implantan, habitualmente zonas rurales, en forma de inversiones, contribución a las arcas municipales a través de impuestos, generación de empleo, reactivación del ecosistema económico local, solución sostenible y acorde a las normativas UE para la gestión de los residuos de agricultores ganaderos, industrias de alimentación y ayuntamiento y disponibilidad de enmiendas orgánicas y biofertilizantes de calidad para la agricultura local.

Como afirmó el responsable de RSC de Vicky Foods, la valorización de residuos es una tarea éticamente ineludible y económicamente rentable, que genera valor en las empresas al mismo tiempo que contribuye a reducir sus impactos en el medioambiente.